Nueva ley perjudica a los trabajadores que reconstruyen comunidades de Florida después de los huracanes

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Published on: September 29, 2023

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Muchos trabajadores de restauración como Fredy, que conducen a lugares de desastres en pequeños equipos de trabajo, podrían ser acusados ​​de delitos de tercer grado. Estos trabajadores, por miedo, evitan acudir a los hospitales.

Este artículo fue elaborado en colaboración con Columbia Journalism Investigations y el Center for Public Integrity. Fue copublicado en colaboración con Futuro Investigates, una división de Futuro Media. Traducido por Roxana Aguirre.

Los fuertes vientos del huracán Ian y su marea de tormenta de casi cuatro metros de altura, se movieron como un “tsunami lento” cuando tocó Sanibel Island, destruyendo todo a su paso. La peor tormenta en un siglo arrasó secciones de la calzada de 1.6 kilómetros que conecta esta comunidad mayoritariamente rica con el suroeste de Florida.

But in less than a month and ahead of schedule, Florida Gov. Ron DeSantis, a Republican, re-opened the Sanibel Causeway. DeSantis said it was important to get trucks and workers inside the island to start rebuilding.

Pero menos de un mes y antes de lo previsto, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, republicano, reabrió el distribuidor vial elevador de Sanibel. DeSantis dijo que era importante permitir que los camiones y los trabajadores llegaran a la isla para comenzar la reconstrucción.

“Se va a requerir mucha mano de obra… mucho esfuerzo”, dijo DeSantis en una conferencia de prensa pocas semanas después de la tormenta.

Fredy, un inmigrante indocumentado de Honduras, y su equipo, se convirtieron en parte de esa mano de obra. Condujeron hasta Florida, uniéndose a montones de migrantes en busca de trabajo después del huracán Ian. Fredy pasó dos meses en Sanibel Island limpiando escombros, demoliendo y reconstruyendo 18 apartamentos.

Dos trabajadores construyen una casa que fue destruida por el Huracán Ian en la Isla Sanibel, casi seis meses antes. La estructura de concreto se puede ver en el fondo mientras dos hombres trabajan sin equipo de protección. Meses después del huracán, llegaron docenas de trabajadores de restauración para limpiar escombros, demoler y reconstruir (María Inés Zamudio / Center for Public Integrity)

Trabajadores de restauración de desastres construyen una casa ubicada en la Isla Sanibel sin equipo de protección en marzo de 2023. El Huracán Ian destruyó la isla adinerada.” (María Inés Zamudio / Center for Public Integrity)

Columbia Journalism Investigations (CJI) y el Center for Public Integrity no están publicando los nombres completos de Fredy y otros trabajadores para protegerlos de posibles represalias.

Los trabajadores de restauración después de desastres naturales como Fredy forman parte de una industria en crecimiento, vital y poco regulada, que trabaja en la devastación de huracanes, inundaciones e incendios forestales. Una investigación de CJI y Public Integrity encontró que muchos trabajadores de restauración tras los desastres están expuestos a carcinógenos conocidos y diversas toxinas, a menudo sin saberlo y sin protección, lo que puede enfermarlos. Algunos sufren problemas de salud debilitantes mucho tiempo después de dejar sus trabajos de limpieza. Muchos están expuestos sin saberlo a peligrosas toxinas cuando trabajan para ayudar a reconstruir las comunidades de Florida.

Después, Fredy condujo su Ford Escape 2008 con tres amigos hacia Fort Myers, compró máscaras, guantes y otros equipos de seguridad. Ian fue su quinta tormenta y para entonces, Fredy dijo, sabía que era poco probable que los empleadores les proporcionaran equipo de protección. Los hombres durmieron en la camioneta las primeras semanas y luego consiguieron una casa rondante. Cuando las cosas empezaron a estabilizarse para estos trabajadores, el gobernador DeSantis firmó la ley de inmigración más estricta del país.

La SB 1718 entró en vigor el 1 de julio de 2023 y criminaliza a “personas que a sabiendas e intencionalmente violan, o que razonablemente deberían saber y violan, ciertas disposiciones relacionadas con el transporte a [Florida] de trabajadores inmigrantes”. Trabajadores como Fredy, que viajan juntos en pequeños equipos a sitios de desastre, podrían ser acusados de un delito de tercer grado. Él dijo que esta ley de Florida se siente injusta porque él es un constructor y no un criminal.

Fredy dijo que consideró irse de Florida, pero decidió quedarse por la promesa de trabajo tras el huracán Ian y el trabajo que vendría en la temporada de huracanes de este año.

“¿Para dónde le damos si el trabajo esta aquí? Por eso no me he movido”, dijo. “Aquí están muchos”.

Mientras tanto, ya está aquí otra temporada de huracanes. A finales de agosto, el huracán de categoría 3, Idalia, tocó tierra en el noroeste de Florida, dejando inundaciones y destrucción.

Este año, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica pronostica un rango de 12 a 17 tormentas con nombre en total. Entre cinco y nueve podrían convertirse en huracanes, según el pronóstico de la NOAA para la temporada de huracanes del Atlántico de 2023, que comenzó en junio y termina en noviembre.

La investigación de CJI y Public Integrity encontró que la laxa política de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional de Estados Unidos (OSHA, por sus siglas en inglés) en seguridad en el lugar de trabajo después de un desastre natural, implementada después del huracán Katrina, deja a los trabajadores vulnerables al abuso mientras las empresas evaden las regulaciones sin la posibilidad de que las sancionen.

A medida que el cambio climático causa desastres naturales más frecuentes, la industria de restauración después de los desastres se ha expandido rápidamente, aprovechando la mano de obra de inmigrantes indocumentados. Estos trabajadores realizan las tareas más arduas después de huracanes, inundaciones e incendios forestales, tareas que los exponen a toxinas dañinas. Y enfrentan muchos desafíos con poca protección. La nueva ley de inmigración de Florida también los castigaría, según dicen los trabajadores.

“(DeSantis) está explotando una situación ya muy frágil”, dijo Shannon Gleeson, profesora en la Escuela de Relaciones Industriales de Cornell. Gleeson dijo que los trabajadores indocumentados ya enfrentan muchos desafíos porque se les “clasifica erróneamente” como contratistas independientes y carecen de acceso a protecciones en el lugar de trabajo.

La ley también tiene un “efecto inhibidor” en los trabajadores que evitarán ir a salas de urgencias en los hospitales y otros servicios médicos, por miedo.

En agosto, el amigo y compañero de trabajo de Fredy, Mauricio, estaba demasiado enfermo para trabajar. Fredy lo llevó a Nueva Orleans para recibir tratamiento médico en agosto porque los hospitales en Florida solicitan documentación legal, incluyendo la prueba de ciudadanía, antes de admitir a un paciente para recibir atención médica.

Los activistas afirman que los trabajadores de restauración son esenciales para los esfuerzos de limpieza después de los desastres y merecen protección.

La Ley de la Fuerza Laboral de Resiliencia Climática crearía un “estatus de trabajador certificado en resiliencia climática” para inmigrantes que cumplan con los requisitos. Después de al menos 18 meses, los trabajadores serían elegibles para convertirse en residentes permanentes legales.

La representante por Washington, Pramila Jayapal, del Partido Demócrata, reintrodujo el proyecto de ley el 27 de septiembre de 2023.  El proyecto de ley, el cual fue inicialmente introducido en enero del 2022, tiene 40 co-patrocinadores.

“Las personas actualmente encarceladas e inmigrantes indocumentados desempeñan un papel crítico pero desafortunadamente no reconocido en este momento en el apoyo a la resiliencia climática, desde combatir incendios forestales hasta ayudar a las comunidades a prepararse y recuperarse de los desastres climáticos”, dijo la Representante Jayapal mientras se encontraba con defensores fuera del Capitolio antes de reintroducir el proyecto de ley. “Y a pesar de este papel crítico, enfrentan barreras significativas para el empleo y amenazas para su salud y seguridad”.

Hasta ahora, solo un miembro de la delegación de Florida lo ha respaldado, la representante Kathy Castor, una demócrata.

Fredy dijo que si se aprueba el proyecto de ley en el Congreso, podría cambiar su vida. CJI y Public Integrity preguntaron a 100 trabajadores de restauración, principalmente en Florida y Louisiana, sobre sus experiencias trabajando después de desastres naturales. Casi el 80% de los trabajadores informaron haber sufrido robo de salarios al menos una vez.

“Lastimosamente las personas (y compañías) que nos han contratado desaparecen en cuanto terminamos,” dijo. “Y no sabemos si son reales, porque se van con nuestro dinero”.

Fredy dijo que tener una licencia de conducir válida facilitaría las cosas. En 2019, cuando trabajaba en Panama City después del huracán Michael, él y su amigo fueron arrestados por conducir sin licencia. Fredy dijo que tuvo que reunir 1,000 dólares, una cantidad significativa para un trabajador sin vivienda estable, para salir de prisión.

En mayo, la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC, por sus siglás en inglés) la organización de derechos civiles latinos más antigua y grande del país, emitió una advertencia de viaje después de que DeSantis firmara el proyecto de ley, advirtiendo que Florida es un “entorno peligroso y hostil”.

Pero Fredy sabe que el estado necesita trabajadores como él. Ha trabajado en, al menos, 75 casas, incluyendo 15 hogares en los que el trabajador hondureño de 44 años donó su trabajo a familias necesitadas, dijo.

“Hispanic workers face a lot of risks,” Fredy said. “We do the hardest work. We are the first ones to arrive [after a hurricane] offering our labor, our hands, our strength and our health.”

“Los trabajadores hispanos enfrentamos muchos riesgos”, dijo Fredy. “Somos quienes hacemos el trabajo más fuerte Somos los primeros que estamos ahí (después de un huracán), ofreciendo nuestro trabajo, nuestras manos, nuestro esfuerzo, y nuestra salud”, dijo Fredy.

 

Foto de portada: AP Photo/Rebecca Blackwell

María Inés Zamudio es una reportera investigativa del Center for Public Integrity y vive en Chicago. Public Integrity produjo esta historia en colaboración con Columbia Journalism Investigations, la unidad de periodismo investigativo en Columbia Journalism School. Las dos unidades investigativas sin fines de lucro de proporcionaron reporteo, edición, verificación de hechos y otros tipos de apoyo.

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