Lo que aprendí tras la masacre de Uvalde sobre resistencia y sanación: Cuaderno de reportero

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Published on: June 8, 2023

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  1. Opinión
  2. Galería

Traducido por Roxana Aguirre

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Opinión

UVALDE, Texas.– Antes de viajar a Uvalde esta primavera para hacer reportería, estaba nervioso acerca de cómo lidiaría con estar físicamente allí y hablar con las personas más afectadas. Tenía miedo de mi reacción emocional a una historia que me afectó profundamente hace un año, cuando trabajé de forma remota como productor en el episodio Uvalde Resiste, del podcast Latino USA.

El 24 de mayo de 2022, un hombre armado entró a la Escuela Primaria Robb en Uvalde. Mató a 19 niños y a dos maestras. Mis colegas y yo consideramos estos asesinatos como un punto de inflexión en la historia. No lo pensamos así solo porque Uvalde se convirtió en el tiroteo masivo más mortífero en una escuela en los últimos años. También lo creímos porque muchos latinos y latinas fueron impactados.

Rápidamente nos organizamos y formamos un equipo para ayudar a producir un episodio con una duración de una hora y quince minutos. Queríamos mostrar una mirada con matices a la historia de Uvalde, una historia de resistencia y de recuperación después de la tragedia. Produje dos de los cuatro segmentos de ese episodio, que se transmitió en la radio en junio de 2022.

Un segmento fue una conversación entre nuestra presentadora, Maria Hinojosa, y la historiadora de Uvalde, Monica Muñoz Martinez.

Ella ha investigado la violencia policial contra latinos y latinas en Texas y a lo largo de la frontera. Nos contó sobre la larga historia de discriminación contra los mexicanos en Uvalde y en todo el estado.

Cuando preparé las preguntas, no estaba listo para la carga emocional que esta entrevista desencadenaría. Durante esa conversación con Maria, escuché un profundo dolor en la voz de Monica. Entre lágrimas, ella habló sobre su comunidad, sobre cómo este trauma permanecería con ella y los demás durante mucho tiempo, y sobre su frustración ante la falta de atención de salud mental en Uvalde.

Recuerdo que envié mensajes de texto a Maria, durante la entrevista, sugiriéndole que revisáramos las últimas preguntas, para tratar de terminar nuestra conversación con Monica con una nota esperanzadora. Tuve una intuición muy fuerte de que no podíamos concluir la entrevista con tanto dolor.

En los siguientes días, limpié la transcripción, reduje la conversación a lo que nos era útil y seleccioné las mejores citas en el audio. Cada vez que escuchaba la cinta, comenzaba a llorar. Para mí, era inimaginable lo que estaban viviendo Mónica, su comunidad y las personas directamente impactadas.

Me encontré, como muchas otras personas, reconstruyendo lo que había sucedido en la Escuela Primaria Robb, sin entender por qué los oficiales no respondieron ese día. También me di cuenta: me impactó profundamente lo sucedido, no solo porque la mayoría de las víctimas eran muy jóvenes, sino porque muchos de esos niños eran descendientes de mexicanos, que se parecían a mí y a mis familiares.

Mientras trabajaba en ese episodio, con un plazo ajustado, descubrí que esta historia también desbloqueó traumas personales. Me recordó otras historias difíciles que he cubierto en mi carrera de periodista, como cuando hablé con otras víctimas de tiroteos masivos, con familiares de personas que “desaparecieron” en El Salvador, o con solicitantes de asilo en la frontera, quienes me contaron sobre sus viajes terribles para llegar a Estados Unidos, entre otros. Todo eso me golpeó al unísono y me lo guardé. Cuando miro atrás, creo que debí haber compartido lo que estaba sintiendo. No lo hice. Me presioné para seguir adelante.

Después de que terminamos el episodio, me di cuenta: necesitaba iniciar una terapia, algo que había postergado por un tiempo. El año pasado, también llegaba a mis 30 años. Quería comenzar la nueva década enfocándome más en mi salud mental, física y espiritual —otra parte de mi vida que, en el pasado, muchas veces descuidé.

Cerca del inicio del año nuevo en 2023, nuestro equipo de Latino USA comenzó a discutir si produciríamos un episodio de seguimiento de “Uvalde Resiste”. Había muchas novedades en la historia en los últimos meses, y sabíamos que nuestra cobertura debía proporcionar a nuestra audiencia contexto y humanidad, para explicar lo que había sucedido.

Entonces, todo hizo clic. Maria y el equipo de Futuro Investigates viajarían a Uvalde para filmar con FRONTLINE el documental “Después de Uvalde: armas, duelo y política de Texas”. La cobertura fue una colaboración de Futuro Investigates con FRONTLINE y la organización de noticias local The Texas Tribune

En Latino USA se nos permitiría usar, en nuestro episodio, algunos audios que grabaron mientras reportaban para el documental, así como viajar a Uvalde para recopilar nuestro propio audio para la historia.

Unas de las fuentes de mis colegas para el documental eran Caitlyne Gonzales, una sobreviviente de la masacre de Uvalde, y sus padres. Caitlyne también apareció en nuestro episodio de Latino USA en 2022. Solo unos días después del tiroteo, ella y su madre, Gladys Gonzalez, estaban afuera de un monumento conmemorativo cuando nuestra corresponsal, Stella Chavez, se les acercó. Caitlyne no dudó en responder a sus preguntas.

La historia de la familia Gonzalez es de resiliencia, como la mayoría de los sobrevivientes en Uvalde. También es una historia de trauma, sanación y lucha para obtener acceso a una atención de salud mental adecuada. Desde el año pasado, la familia ha pujado por cambiar las leyes de armas en todo el estado. En mítines y entrevistas con medios de comunicación, Caitlyne ha criticado públicamente la respuesta oficial al tiroteo. Ella y su familia también han estado apoyando la aprobación de dos proyectos de ley en la legislatura de Texas. Las propuestas buscan aumentar, de 18 a 21 años, la edad legal para comprar armas estilo AR-15. Ese es el mismo tipo de arma que el tirador, quien tenía 18 años de edad, utilizó en la masacre.

Así que, cuando mi colega y coproductora, Sofía Sánchez, y yo nos enteramos de que esta familia aparecería en el documental de FRONTLINE, supimos que también queríamos incluirlos en el nuevo episodio de Latino USA. Me interesaba saber cómo se las estaba arreglando Caitlyne un año después.

Mientras el equipo de FRONTLINE grababa sus escenas y entrevistas, revisé el audio con Sofía. Pronto decidimos: para el podcast, queríamos interacciones más cercanas entre Maria y Caitlyne. Organizamos, con Maria, un nuevo viaje de reportería a Uvalde, para grabar más audio y nuevas escenas.

Elaboré un plan con mi terapeuta, que incluía hacer meditación, tener revisiones con ella para procesar lo que me iba sucediendo, y asegurarme de que no me estaba guardando nada, si afloraban sentimientos difíciles. Todo salió bien.

En Uvalde, pudimos grabar momentos que mostraban muchos matices, el amor en la familia de Caitlyne y las acciones para lograr cambios, desde la comunidad. Una de mis partes favoritas de este viaje periodístico fue ver cómo Caitlyne comenzaba a sanar después de meses de terapia. Ella cantó karaoke con nosotros y asistimos a uno de sus juegos de softball. También supimos que la mamá de Caitlyne, Gladys, estaba comenzando a buscar una terapia para comenzar a sanar.

La lucha de los Gonzalez por un cambio y para sanar me recordó mi primera conexión con Uvalde, que comenzó hace casi siete años. En 2016, yo era un periodista independiente que trabajaba en un reportaje para Latino USA en Austin. Me propuse contar la historia sangrienta de los Texas Rangers, especialmente en el sitio de donde soy, en la frontera entre Estados Unidos y México.

Cuando crecí en Rio Grande Valley, en el sur de Texas, nunca aprendí en la escuela sobre el legado de violencia de los Rangers contra los mexicanos y los mexicoamericanos.

Mientras reportaba en Austin, conocí a los descendientes de varias familias que habían sido maltratadas y asesinadas por los Texas Rangers, incluida Benita Flores Albarado, quien me contó la historia de su padre, Juan Bonilla Flores.

Juan presenció una masacre en Porvenir, un pequeño pueblo en el oeste de Texas. Benita me compartió historias muy gráficas e intensas sobre lo que le sucedió a su padre. También entendí que había un indicio sutil de un trauma generacional. En aquel momento, no exploré ese ángulo de la historia.

Durante ese viaje de reportería, conocí por primera vez a la historiadora Monica Muñoz. La recuerdo hablando apasionadamente sobre la historia de la región y su relación con la violencia, parte de ella cometida por oficiales de cumplimiento de la ley y familias blancas contra los mexicanos y los mexicoamericanos.

Monica y Benita sentían que era esencial que compartieran este conocimiento, para mantener viva esta parte de la historia de Texas. Es una historia que me ha acompañado hasta hoy.

Tiempo después, tuve contacto vía Facebook con la hija de Benita, Elsie Routh. Me dijo que su madre había fallecido de cáncer. Quería avisarme porque colaboré en difundir la historia de su familia, para que otros la escucharan. Tuve el honor de ayudar a que se documentara, porque es una parte de la historia que a menudo se olvida o la gente no conoce, como me sucedió.

Fue entonces cuando me di cuenta de que Elsie y su familia viven en Uvalde.

Elsie Routh tiene fotos de su madre, Benita Flores Albarado, en toda su casa en Uvalde, Texas. (Crédito de la foto: Reynaldo Leaños Jr.)

Para el reportaje sobre Uvalde que hicimos esta primavera, quería que incluyéramos algunas historias de Elsie y su familia sobre la masacre de Porvenir en 1918. Encontré paralelismos con la masacre de Uvalde, como el trauma generacional, la sanación y la falta de atención y acceso a la salud mental, que históricamente ha existido en Texas. La familia de Elsie fue testigo de dos masacres —aunque con generaciones de diferencia— entonces me preguntaba cómo los había afectado el tiroteo masivo en Uvalde.

Visité a la familia de Elsie con Maria y Sofía. Hablamos sobre cómo el trauma que presenció su abuelo Juan se fue filtrando de generación en generación, algo que también le puede pasar a la comunidad de Uvalde. También hablamos sobre la importancia de recibir atención de salud mental para tratar de curarse. Eso es algo que no estaba al alcance de Juan hace muchos años y que muchos en Uvalde están necesitando desde mayo de 2022.

Ahora, Caitlyne y su familia están buscando esa sanación y Caitlyne está usando su voz.

Estoy muy orgulloso del trabajo que hemos hecho para este episodio de Latino USA. Abordamos temas de acceso a la salud mental, sanación, trauma y lucha por el cambio. Lo hacemos de una manera compasiva, a través de las voces de algunas personas increíbles con quienes hemos tenido mucha suerte de encontrarnos. En el camino, también pude comenzar mi propio viaje de acceso a la terapia de salud mental. Como reportero de Texas, me siento honrado de que tantas personas nos permitieran acceder a sus vidas para este audio documental y para ayudar a documentar este momento en la historia.

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